CLERJONT DE CHAMPAGNY

sábado, 13 de febrero de 2010

DESCRIPCIÓN DE MONTEHERMOSO REALIZADA POR CLERJONT DE CAMPAGNY. SOLDADO FRANCÉS QUE ESCRIBIÓ UN LIBRO TITULADO “ÁLBUM DE UN SOLDADO DURANTE LA CAMPAÑA DE ESPAÑA”.

“… Tras haber perseguido durante ocho días a los restos de la división de Zayas, que se desperdigaban por las montañas de Extremadura y tras haber volcado las marmitas de los guerrilleros constitucionales, cuyos vivaques ocupábamos regularmente cada día; tras haber vagado por rocas abruptas rodeadas de precipicios y abierto senderos en medio de sorprendentes convulsiones de la naturaleza, muy pintorescas, pero de poca satisfacción para el hombre que tiene hambre, sed y necesidad de reposo, llegamos por fin a un lugar fértil, aunque escarpado y poblado, si bien aislado en apariencia del resto del mundo.
Después de una marcha de una semana, siempre subiendo, era muy fácil creerse en otro planeta: era Monte Hermoso o Beaumont, si queremos traducir su nombre al francés. Casi me sorprendió encontrarme allí con hombres y oír una lengua europea. Necesitábamos esta muestra del Edén para recuperarnos de nuestras prolongadas fatigas.
Allí nada de rangos ni distinciones; el hombre más considerado es el que logra cultivar las lechugas más hermosas; es en verdad un nuevo mundo; pienso que las leyes humanas no se han tomado la molestia de subir a esta cima casi inaccesible; por eso sus habitantes son dulces, humanos, afables; es un pueblo de la apacible Suiza transportado por una ráfaga de viento en medio de una nación agitada. En este lugar de la península Dios derrama sus bendiciones; la situación de Monte Hermoso convertirá a sus habitantes en verosímiles intermediarios entre la tierra y la divinidad. Todos cultivan una huerta y el trozo de tierra que poseen les compensa generosamente de los cuidados que le dedican.
Algunos carreteros, más audaces que los demás, les traen de las tierras del llano las cosas que no pueden procurarse en sus montañas, aunque sacan gran partido de su entorno.
Bloques de mármol bruto, puestos unos sobre otros, forman sus casas, cuyo hospitalario hogar calientan en las estaciones húmedas con roble verde y con una especie de arbusto pegajoso que, al quemarse, exhala olor a rosa.
El gamo y la gacela les proporcionan trajes de cuero de bastante buena hechura.
Tienen también rebaños numerosos de cabras y cerdos.
Montehermoso fue un lugar de retiro para los moros cuando, expulsados de Granada, se refugiaron en las montañas….”
Tomado del libro “Montehermoso: Estudio Histórico”. Autor: Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. Ed. Caja Salamanca. S-1990. Pág. 89-90.